El cuerpo humano es un conjunto de órganos, sistemas y aparatos. Los órganos - como el corazón y los pulmones -, los sistemas - como los músculos - y los aparatos - como el digestivo y el locomotor - actúan de forma coordinada para realizar las funciones vitales, es decir, las funciones necesarias para vivir. Estas funciones son la nutrición, la reproducción y la relación.
Por la función de nutrición, tu organismo obtiene la energía que necesita a través de los alimentos y del oxígeno del aire; por la función de reproducción, hemos nacido todos los seres humanos y podemos dar vida a otros seres humanos; y por la función de relación, tu organismo se relaciona con el medio ambiente: te mueves, ves, oyes, sientes el frío o el calor... lo que sucede a tu alrededor.
El aparato locomotor está formado por los huesos, los músculos y las articulaciones. Los huesos son piezas duras y resistentes que sostienen el cuerpo; los músculos, partes blandas que recubren el hueso; y las articulaciones, los lugares donde se unen los huesos.
Los huesos del cuerpo forman el esqueleto. Éste proporciona a nuestro cuerpo una estructura rígida y es la base del movimiento: los músculos se contraen y se relajan y, de modo parecido a una palanca, hacen que las partes del esqueleto se muevan a través de las articulaciones.
Pero además de ser el armazón del cuerpo y de hacer posible el movimiento, el esqueleto tiene otras funciones:
- La protección de órganos importantes de nuestro cuerpo, como el cerebro, el corazón y los pulmones.
- La estatura, que depende, en gran parte, del crecimiento de los huesos.
- La fabricación de góbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, es decir, las células de la sangre. La encargada de producir estas células es la médula ósea roja, que está en el interior del hueso.
- El almacenamiento de sales minerales, sobre todo calcio y fósforo, necesarias para el desarrollo de los huesos y de otras partes del organismo.
así e nacido..