Si eres aficionado al fútbol, seguro que para ti la palabra menisco resulta familiar. Pero ¿sabes qué son exactamente los meniscos?
Son cartílagos duros que se encuentran en las articulaciones que tienen más movilidad. Se hallan situados entre los extremos de algunos huesos y su misión es aumentar el contacto entre los dos extremos, para que el esfuerzo quede mejor repartido.
Los meniscos más "conocidos" son los que se hallan en la articulación de la rodilla. Son dos y parecen anillos rodeando la rodilla, uno por el lado exterior y otro por el interior.
La misión de los meniscos de la rodilla es muy importante para que el esfuerzo que debe realizar el fémur quede repartido en todo el extremo de la tibia. No en vano, el fémur, en el muslo, y la tibia, en la pierna, sostienen casi todo el peso del cuerpo.
Pero además de ser resistente, la articulación de la rodilla tiene mucha movilidad. Los meniscos desempeñan también una importante función en la movilidad de la rodilla. Suavizan el roce entre los cartílagos que recubren el fémur y la tibia, facilitando los movimientos de la rodilla.