El esguince y la luxación

El esguince es una lesión de los ligamentos que mantienen unidos los huesos en la articulación. La causa suele ser un movimiento brusco, que estira en exceso los ligamentos y, como consecuencia, éstos pueden desgarrarse o romperse.

Una causa frecuente de esguince es la torcedura brusca de tobillo que podemos sufrir caminando, por ejemplo, por la montaña sin llevar el calzado adecuado.

Si el esguince es leve, sólo se desgarran parcialmente los ligamentos; pero cuando la rotura del ligamento es total, la lesión es mucho más grave.

Los esguinces son muy dolorosos, sobre todo instantes después de haber sufrido la lesión. La zona próxima a la articulación suele hincharse y si la tocamos, sentimos un intesno dolor, que se agudiza si, en el caso del esguince de tobillo, intentamos ponernos en pie.


Los esguinces más frecuentes en muchos deportes se producen en la muñeca, la rodilla o el tobillo, por ello, muchos deportistas se protegen con muñequeras, tobilleras, etc.

Por otro lado, la luxación es un desplazamiento de los huesos de la posición normal en que se encuentran en la articulación.

Se conoce también con el nombre de dislocación y las causas suelen ser golpes y caídas.

Las luxaciones o dislocaciones más frecuentes son las de hombro, las de codo y las de cadera.

Rotura de menisco de la rodilla

Con frecuencia, aparece en los periódicos deportivos y en los programas de deportes de la radio y la televisión la noticia de que un jugador de fútbol se ha lesionado un menisco.

Otros deportistas, como los jugadores de rugby o los esquiadores, también sufren lesiones de menisco; pero ¿por qué son los futbolistas los que tienen con más frecuencia esta lesión?

Una de las causas más habituales de rotura de meniscos es que la pierna sufra una torsión brusca cuando está flexionada.


En el fútbol, esta lesión puede producirse cuando el jugador flexiona la pierna para darle a la pelota y el pie queda atrapado entre las piernas de otros jugadores o a los tacos de la bota que se le clavan en el césped.

El jugador puede sufrir entonces una torsión violenta de la rodilla, que le lesione o rompa uno de los mensicos.

El jugador que ha sufrido una lesión de menisco debe permanecer varias semanas con la pierna inmóvil. Si la lesión no ha sido grave, se forma un tejido nuevo que "repara" el menisco lesionado.

Pero en la mayoría de ocasiones, es preciso operar la rodilla y extirpar el menisco.

Prevención del dolor en las articulaciones

La prevención de las lesiones y de las enfermedades de las articulaciones tiene que realizarse cuidando también de los huesos y los músculos, las otras partes del aparato locomotor.

Fortaleciendo y desarrollando los músculos con el ejercicio físico, proporcionando a los huesos suficiente fósforo y calcio y aprendiendo a moverte para no forzar tus articulaciones, tu aparato locomotor desarrollará con normalidad sus funciones.

Es también importante que prestes atención a las posturas que adoptas habitualmente.

Todos los beneficios de la alimentación sana y del deporte sirven de muy poco si durante la infancia, cuando aún el esqueleto no tiene la forma y la consistencia definitiva, se adoptan durante mucho tiempo posturas incorrectas.

Sentarse con la espalda encorvada o apoyándose siempre sobre el mismo lado puede provocar una enfermedad llamada escoliosis. Es una deformación de la columna vertebral, también llamada escoliosis escolar, porque a menudo se debe a posturas incorrectas adoptadas en la escuela.


Los pies planos se producen por un debilitamiento de los ligamentos

Cuando nuestros pies están sanos, las plantas forman una curvatura o arco, sostenida por fuertes ligamentos.

Pero cuando los ligamentos y los músculos del pie se debilitan, se pierde de manera progresiva el arco de la planta del pie. Esta deformación se llama pie plano.


Muchos padres creen que sus hijos tienen los pies planos, casi antes de que comiencen a gatear. Sin embargo, es hacia los tres años cuando comienza a formarse el arco del pie, y sólo entonces cuando puede saberse si un niño tiene los pies planos.

Los pies planos pueden corregirse, si se advierten durante la niñez y se comeinzan a tratar con el empleo de plantillas y con la práctica de ejercicios para fortalecer los ligamentos.

Algunas profesiones que obligan a estar muchas horas de pie, como la de camarero, pueden causar pies planos. Estas personas deben llevar calzado cómodo y de buena calidad, para que el pie "respire"; y han de fortalecer los ligamentos del pie.

La articulación de la rodilla

La rodilla es una de las articulaciones principales del cuerpo. Es resistente, pues en la rodilla se articulan el fémur del muslo y la tibia de la pierna, dos huesos largos y fuertes, que sostienen casi todo el peso del esqueleto. Pero la rodilla también es una articulación que tiene un funcionamiento muy delicado, debido al amplio número de funciones que realiza.

La rodilla es la articulación que hace posibles los movimientos de flexión y extensión de la pierna. Éstos son los movimientos que hacemos cuando caminamos, coordinados con los que realizamos en las articulaciones de la cadera y del tobillo.

La rodilla tiene también pequeños movimientos de rotación, gracias a los cuales podemos girar la pierna.

En la rodilla, además del fémur del muslo y la tibia de la pierna se encuentra la rótula, un pequeño hueso que sólo se halla en la rodilla.

La rótula se halla en uno de los tendones de los poderosos músculos cuádriceps; cuando estos músculos se contraen, extendemos la pierna, y cuando se relajan, la flexionamos.


La articulación de la rodilla está rodeada por una cápsula articular y por la membrana sinovial que segrega el líquido sinovial, para que el roce entre los cartílagos no desgaste el extremo de los huesos.

Pero además en la rodilla hay dos meniscos y numerosos ligamentos, que mantienen unidos el fémur y la tibia.

Éstas son las partes más débiles de la rodilla. Por ello, las lesiones de rodilla más frecuentes suelen ser los esguinces de ligamentos y las roturas de meniscos.